L + R
08/2021
Esta boda nos cuenta que el amor no entiende de distancia ni pandemia y que confiar hace que el universo conspire a tu favor.
Solo una llamada bastó para saber que habíamos encontrado el espacio, aún en ruinas, en construcción, pero lleno de sensaciones. Nosotros lo vimos terminado con el corazón aunque con los ojos se viera inacabado. Porque como dice el Principito «lo esencial es invisible a los ojos». En ese momento nos enamoramos de «El Telar de Miguel Martí» y supimos que ese sería el lugar donde nuestros novios se casarían.
Era una locura, se fiaron de nuestra opinión al 100% y la verdad es que no fallaron. Meses más tarde visitarían el espacio, bastante más terminado y sentirían como yo, en su momento, la emoción de saber que las piezas iban encajando.